Enfrentado con imposibilidades, Josué aprendió a obedecer a Dios con fe y aun las paredes de Jericó cayeron. Josué aprendió que un pecado oculto puede causar derrota. Aunque cometió el gran error de hacer paz con sus vecinos sin haber orado primero, no permitió que el desánimo lo venciera. Siguió adelante en fe y obtuvo grandes victorias confiando en Dios.

JOSUÉ: No puedes ser asombroso sin fe