De Jonás, el joven puede aprender que es mucho mejor obedecer a Dios inmediatamente y que huir de Dios resultará en un viaje horrible. Para Jonás su aversión por los enemigos de su país y la preocupación por su propia comodidad eran más importantes que la salvación de las almas. Las prioridades de Dios deben ser las nuestras. Podemos evitar los problemas de Jonás si obedecemos y servimos a Dios con gozo y de buena gana.

JONÁS: Haciendo la voluntad de Dios más difícil