Porque la gracia, bondad y misericordia de Dios no son merecidas, es lo opuesto a nuestro mundo en que cosechas lo que siembras. Poca gente entiende la importancia de la gracia en la vida espiritual. La verdad maravillosa es que Cristo pagó todo el precio de tu salvación en la cruz y puedes recibirla como un regalo - pero necesitas admitir tu debilidad y confesar tu pecado. 2ª Corintios 9:8 explica el papel de la gracia en la vida de un creyente: “Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre en toda circunstancia, tengas todo lo necesario y toda buena obra abunde en ustedes.” El diablo va a intentar convencerte de que todavía eres un esclavo pero tú necesitas ejercitar tu libertad de siempre recibir la gracia de Dios para obedecer a Jesucristo y ser bendecido. Una relación de amor entre Cristo y tú hace el obedecer algo natural y quita la presión.
Necesitas la gracia de Dios cada minuto. Tu parte es depender de Dios mientras estás desarrollando diligencia y
disciplina. Hay que recordar que cada habilidad y cada don espiritual que tienes viene por la gracia de Dios y no hay lugar para el orgullo o para jactarse.